lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
sábado, 29 de diciembre de 2012
Fred Perry
Similar a Lacoste, Fred Perry tiene su origen en las camisetas de tenis y fue fundada por una estrella del deporte. Cuando el incipiente movimiento mod de los años 50 y 60 despegó, Fred Perry se promovió activamente como una marca de moda al tiempo que se adaptan a las peticiones del mercado, cada vez más aceptado por vástagos como ska y cabezas rapadas.
Abraza de manera activa en el mercado de la moda a aquellos consumidores que disfrutamos de la durabilidad del panal y tejido de algodón con inteligente estética, Fred Perry ha sido durante mucho tiempo un alimento básico en la dieta del futbol casual. Sin embargo, la diversificación en los últimos años en el mercado de baja gama, ha devaluado la marca. Los polos son todavía icono del movimiento en las gradas.
viernes, 28 de diciembre de 2012
jueves, 27 de diciembre de 2012
Web de interés
Aquí os dejamos el
primer enlace, pagina con una larga trayectoria en el panorama casual, conocida
por todos, destacar la sección de fotos y la tienda online, no podía faltar en
nuestro blog.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
El casualismo
Inicio del casualismo.
El inicio de la cultura casual puede establecerse entre 1978-79, teniendo su origen y desarrollo en todos los años que van desde comienzos de los 60 hasta la fecha mencionada en las gradas de los campos de fútbol británicos. Hay que dejar por sentado que el casualismo nace del fútbol y para el fútbol, no tiene su origen en ninguna tendencia musical ni política y que todo se produce por la adaptación de una determinada estética entre los que serían llamados “casuals”.
¿Por qué se llega a esta determinada estética? Bueno, hay quienes sostienen que la finalidad era pasar desapercibido ante las hinchadas rivales para así poderlas atacar. El método de actuación era no llevar ropa vinculada a ninguna cultura juvenil existente, ni distintivos del equipo al que se pertenecía, esparcirse en pequeños grupos y crear los incidentes con las “firms” (grupos de hools, abreviación de hooligans) del grupo rival. Esta es la forma de actuación en la fase de desarrollo del casualismo, en la era pre-casual, puesto que aún no se habían establecido los cánones estéticos entre las firms, ni la policía conocía este fenómeno. A comienzos de los 80 el fenómeno cambia: los jóvenes británicos amantes de las gradas deciden adoptar una estética definida.
¿Quiénes fueron los primeros en adoptar tal estética? ¿A quiénes hay que otorgar la paternidad del movimiento? Entre las gradas inglesas tal atribución cabe otorgársela a jóvenes de Liverpool. Sus odiados vecinos de Manchester también reclaman la paternidad de la criatura. Y para aumentar más la confusión en cuanto a los orígenes, seguidores de equipos de la siempre odiada (por los norteños ingleses) Londres también se arrogan el derecho de haber instaurado la estética casual en las gradas. La moda se expande por las islas y fueron los seguidores del Aberdeen los que iniciaron la senda del casualismo en Escocia en el año 1981.
Delimitado el año de inicio hay que destacar el hecho de que se produjera el culto a las marcas de ropa entre determinados seguidores de clubes ingleses y no en otros. ¿La razón? Estos seguidores seguían a sus equipos por Europa y empiezan a ver marcas de ropa y artículos de las mismas que no existían en Inglaterra. Pretenden con ello crear una nueva identidad diferenciada del resto de seguidores normales de sus equipos y reafirmarse ante ellos mediante una estética no conocida hasta la fecha.
Como dato anecdótico de esa búsqueda de nuevos artículos y marcas en Europa, puede citarse que la final de la Copa de Europa de 1980 entre el Liverpool y el Real Madrid, en París, tuvo a los hooligans del Liverpool tremendamente ocupados buscando una célebre (pero a la par desconocida) tienda en París que disponía de artículos de Adidas que no se podían encontrar en ningún otro sitio. Como algunos periodistas han llegado a calificar este hecho, los hools del Pool estaban buscando “el santo Grial del casualismo”. Obviamente la tienda no existía.
La estética casual.
Atribuida la paternidad de la criatura a los hools del Liverpool (con sus dimes y diretes), lo que está claro es que a comienzos de los 80 la estética casual estaba definida y se empezaba un culto a la ropa, a las marcas, parejo al culto a la violencia y el fútbol. Por primera vez entre los movimientos juveniles británicos, un movimiento juvenil se creaba en las gradas de los campos de fútbol y de ahí salía a la calle y no al contrario, desde la calle se entraba a las gradas, como venía ocurriendo anteriormente con skins, mods o punks. Los primeros casuals iniciaron el culto a Lacoste, Burberry, Fila, Ellesse, Sergio Tacchini, Kappa, Pringle, Diadora, Lois, Levi’s, Slazenger, Benetton, Adidas y Puma… Culto que se lleva a otras marcas como Stone Island, Henri Lloyd, Barbour, Fjallraven, Paul & Shark, Paul Smith, Prada, Armani, Hugo Boss, Ralph Lauren, Cp Company, Hackett, Aquascutum… con el paso del tiempo.
Realmente la aparición de esta cultura urbana supuso toda una revolución estética. Hoy en día parecen lejanos los tiempos en los que los casuals vestían con la parte superior de chandals de Sergio Tacchini o Fila… Pero más extraño aún nos parece que en una época donde la influencia del punk llegaba a todas las culturas urbanas y el aspecto estético se “descuidaba” (por emplear un término suave) apareciera gente que vestía con parkas, jerseys de lana con cuello de cisne, chinos y mocasines; el sueño de toda madre que quiere un hijo de aspecto “modélico”. Ese rasgo distintivo sigue caracterizando la escena y el empeño sigue siendo, aún adoptando una estética más deportiva, el vestir con estilo y elegancia. Y es que si alguien tiene en mente el salir a buscar bronca en la calle no se le pasa por la cabeza el empeñar su sueldo en ropa que generalmente suele sufrir en primera instancia las peripecias violentas. Pero como algunos dicen “England si is different”.
El causalismo fuera del fútbol.
El fenómeno casual es algo surgido por y para el fútbol. No tendría mucho sentido el que ésta tendencia estética, cultura urbana o movimiento juvenil (según lo observe cada uno) se extendiera más allá de las gradas de los campos de fútbol. Pero el fenómeno casual se va extendiendo más allá de las gradas, de forma lenta, es cierto, pero cada vez es más patente que determinados sectores políticos estén adoptando la estética casual, bien por comodidad, bien por verdadera identificación con el casualismo.
La política no es algo que haya estado ligada de una forma indiscutible a las firms inglesas, no se crearon estas firms por una motivación política. Pero si es cierto que su importancia ha sido o es más relevante de lo que algunos han considerado y que, durante finales de los 80 hasta mediados de los 90 la ideología lealista inglesa era una tendencia abrumadoramente predominante en todas las gradas inglesas, incluso en las de tendencias más izquierdistas, caso de la del West Ham, a excepción de las firms del Manchester y del Liverpool (e incluso en estas mismas no existía una homogeneidad al respecto).
Incluso las relaciones entre política y gradas llegaba más allá en determinados grupos que no se quedaban únicamente en el “loyalism”, sino que incluso entraban de lleno en el NS. Chelsea, Leeds, Newcastle y otros muchos son conocidos por las relaciones o la implicación directa que tenían parte de sus hools con organizaciones como Blood & Honour / Combat 18, el National Front o el British National Party. Por tanto no es de extrañar que las nuevas generaciones de “militantes políticos nacionalistas ingleses” abracen la cultura casual en lugar de optar por la estética skinhead como venía siendo habitual (y aún hoy es habitual fuera de las islas Británicas) en Inglaterra.
La música dentro del casualismo.
Resulta extraño que una cultura urbana inglesa no tenga un referente claro dentro de una determinada tendencia musical. Los skins crearon su propia música, tras una lógica evolución. Como hicieron los punks, mods o rockers. Pero los casuals tras más de dos décadas de existencia siguen sin establecer una cultura musical propia.
Algunos podrían argumentar que el pop británico, con grupos como The Jam, The Smiths, The Farm o Artic Monkeys es el referente musical de los casuals. Y es cierto que en esta escena musical existen músicos o grupos que se consideran o se reclaman partícipes de la cultura casual. Pero no es algo que ocurra de forma generalizada. Y el gusto por el fútbol y la cerveza no implica necesariamente la pertenencia a la cultura casual.
Otros podrían reclamar las raves y la música dance como uno de los iconos musicales de la cultura casual. Y si bien es cierto que el rave, el extasis y el dance hicieron furor durante comienzos de los 90 dentro de la cultura casual (de hecho algunos argumentan que lo que verdaderamente detuvo la violencia hooligan en Inglaterra fue la afición de los hools a las raves, dejando a un lado su atención por el fútbol) bien es cierto que desde ciertos sectores se odia profundamente todo lo que lleva asociado la música dance (por como afectó al casualismo más que por la música en sí). De ahí la aparición de campañas como la iniciada por casuals del Chelsea bajo el título “Hooligans against acid”.
Tampoco se podría dejar de lado la influencia que el Oi! ejerce entre ciertos ambientes, especialmente entre aquellos que han llegado al casualismo desde el mundo skinhead. Grupos como Condemned 84 podría considerarse el más representativo de esta tendencia, tanto por su estilo musical como por su “ideología” como abanderados del patriotismo inglés y del lealismo militante.
Aún así, a mi modo de ver no existe una cultura musical propia del casualismo, pero ello no quita que el pop británico, el oi! de la mejor factura o la música dance gocen de un buen predicamento entre los casuals, en función de la zona o de la firm en la que nos centremos.
¿Es el casualismo un fenómeno anclado en los 80?
La estética casual aunque definida, no permanece estancada en unas determinadas marcas, sigue ampliándose a nuevas que son acogidas con mayor o menor entusiasmo. Estética que hoy en día está presente en las calles británicas de un modo incontestable: es la moda entre la juventud británica y no necesariamente ligada a sus orígenes. Ya no es el fútbol el principal referente para algunos “casuals”, sino la simple moda, el vestir como un casual, no ser un casual. Hay que tener presente que esta cultura trae el gusto por vestir bien entre los jóvenes de clase obrera, el gusto por una estética elegante y una ruptura total con una estética que basa sus orígenes en el movimiento punk y que había sido predominante durante muchos años entre los jóvenes ingleses. Además, el hecho de que el casualismo se haya importado al resto de las gradas de Europa en mayor o menor medida le ha ido dotando de aspectos particulares y específicos de cada país.
Este desarrollo ha generado una distorsión de la estética y del movimiento casual con la aparición de auténticos abortos sociales como los “chavs” o “scallies” que, errónea e intencionadamente, se ha asociado por parte de la prensa a la cultura casual. Estos fenómenos y la utilización de sus integrantes de marcas clásicas dentro del casualismo como Burberry, Hackett o Ted Baker, han hecho que tales marcas pasen a ser un tabú dentro de la escena casual.
El uso de Burberry entre los casuals británicos ha sido doblemente vetado ya que es una marca que ha sido adoptada por la población inmigrante negra de forma masiva. Igual fenómeno el que está sufriendo la marca Stone Island, de aceptación masiva entre la población juvenil pakistaní residente en Inglaterra aunque sigue siendo muy popular entre los casual.
La influencia de la estética casual no ha generado fenómenos paralelos únicamente, sino que ha influido igualmente a la moda urbana en general. Quizás el aporte más interesante de la estética casual a la moda actual, no ya inglesa sino europea, es la inclusión de las zapatillas deportivas entre la estética tipo de cualquier joven. El desarrollo a gran escala de la producción industrial de zapatillas deportivas viene propiciado por ese culto que se inicia en Inglaterra y que se extiende al resto del continente. Adidas, Puma y todas las marcas que hoy en día no dejan de lanzar cientos de modelos con unos costes cada vez más altos, no serían nada, o habrían evolucionado de un modo muy distinto, sin el apoyo fanático de todos los jóvenes que han estado ocupando durante años las gradas de los campos de fútbol.
El inicio de la cultura casual puede establecerse entre 1978-79, teniendo su origen y desarrollo en todos los años que van desde comienzos de los 60 hasta la fecha mencionada en las gradas de los campos de fútbol británicos. Hay que dejar por sentado que el casualismo nace del fútbol y para el fútbol, no tiene su origen en ninguna tendencia musical ni política y que todo se produce por la adaptación de una determinada estética entre los que serían llamados “casuals”.
¿Por qué se llega a esta determinada estética? Bueno, hay quienes sostienen que la finalidad era pasar desapercibido ante las hinchadas rivales para así poderlas atacar. El método de actuación era no llevar ropa vinculada a ninguna cultura juvenil existente, ni distintivos del equipo al que se pertenecía, esparcirse en pequeños grupos y crear los incidentes con las “firms” (grupos de hools, abreviación de hooligans) del grupo rival. Esta es la forma de actuación en la fase de desarrollo del casualismo, en la era pre-casual, puesto que aún no se habían establecido los cánones estéticos entre las firms, ni la policía conocía este fenómeno. A comienzos de los 80 el fenómeno cambia: los jóvenes británicos amantes de las gradas deciden adoptar una estética definida.
¿Quiénes fueron los primeros en adoptar tal estética? ¿A quiénes hay que otorgar la paternidad del movimiento? Entre las gradas inglesas tal atribución cabe otorgársela a jóvenes de Liverpool. Sus odiados vecinos de Manchester también reclaman la paternidad de la criatura. Y para aumentar más la confusión en cuanto a los orígenes, seguidores de equipos de la siempre odiada (por los norteños ingleses) Londres también se arrogan el derecho de haber instaurado la estética casual en las gradas. La moda se expande por las islas y fueron los seguidores del Aberdeen los que iniciaron la senda del casualismo en Escocia en el año 1981.
Delimitado el año de inicio hay que destacar el hecho de que se produjera el culto a las marcas de ropa entre determinados seguidores de clubes ingleses y no en otros. ¿La razón? Estos seguidores seguían a sus equipos por Europa y empiezan a ver marcas de ropa y artículos de las mismas que no existían en Inglaterra. Pretenden con ello crear una nueva identidad diferenciada del resto de seguidores normales de sus equipos y reafirmarse ante ellos mediante una estética no conocida hasta la fecha.
Como dato anecdótico de esa búsqueda de nuevos artículos y marcas en Europa, puede citarse que la final de la Copa de Europa de 1980 entre el Liverpool y el Real Madrid, en París, tuvo a los hooligans del Liverpool tremendamente ocupados buscando una célebre (pero a la par desconocida) tienda en París que disponía de artículos de Adidas que no se podían encontrar en ningún otro sitio. Como algunos periodistas han llegado a calificar este hecho, los hools del Pool estaban buscando “el santo Grial del casualismo”. Obviamente la tienda no existía.
La estética casual.
Atribuida la paternidad de la criatura a los hools del Liverpool (con sus dimes y diretes), lo que está claro es que a comienzos de los 80 la estética casual estaba definida y se empezaba un culto a la ropa, a las marcas, parejo al culto a la violencia y el fútbol. Por primera vez entre los movimientos juveniles británicos, un movimiento juvenil se creaba en las gradas de los campos de fútbol y de ahí salía a la calle y no al contrario, desde la calle se entraba a las gradas, como venía ocurriendo anteriormente con skins, mods o punks. Los primeros casuals iniciaron el culto a Lacoste, Burberry, Fila, Ellesse, Sergio Tacchini, Kappa, Pringle, Diadora, Lois, Levi’s, Slazenger, Benetton, Adidas y Puma… Culto que se lleva a otras marcas como Stone Island, Henri Lloyd, Barbour, Fjallraven, Paul & Shark, Paul Smith, Prada, Armani, Hugo Boss, Ralph Lauren, Cp Company, Hackett, Aquascutum… con el paso del tiempo.
Realmente la aparición de esta cultura urbana supuso toda una revolución estética. Hoy en día parecen lejanos los tiempos en los que los casuals vestían con la parte superior de chandals de Sergio Tacchini o Fila… Pero más extraño aún nos parece que en una época donde la influencia del punk llegaba a todas las culturas urbanas y el aspecto estético se “descuidaba” (por emplear un término suave) apareciera gente que vestía con parkas, jerseys de lana con cuello de cisne, chinos y mocasines; el sueño de toda madre que quiere un hijo de aspecto “modélico”. Ese rasgo distintivo sigue caracterizando la escena y el empeño sigue siendo, aún adoptando una estética más deportiva, el vestir con estilo y elegancia. Y es que si alguien tiene en mente el salir a buscar bronca en la calle no se le pasa por la cabeza el empeñar su sueldo en ropa que generalmente suele sufrir en primera instancia las peripecias violentas. Pero como algunos dicen “England si is different”.
El causalismo fuera del fútbol.
El fenómeno casual es algo surgido por y para el fútbol. No tendría mucho sentido el que ésta tendencia estética, cultura urbana o movimiento juvenil (según lo observe cada uno) se extendiera más allá de las gradas de los campos de fútbol. Pero el fenómeno casual se va extendiendo más allá de las gradas, de forma lenta, es cierto, pero cada vez es más patente que determinados sectores políticos estén adoptando la estética casual, bien por comodidad, bien por verdadera identificación con el casualismo.
La política no es algo que haya estado ligada de una forma indiscutible a las firms inglesas, no se crearon estas firms por una motivación política. Pero si es cierto que su importancia ha sido o es más relevante de lo que algunos han considerado y que, durante finales de los 80 hasta mediados de los 90 la ideología lealista inglesa era una tendencia abrumadoramente predominante en todas las gradas inglesas, incluso en las de tendencias más izquierdistas, caso de la del West Ham, a excepción de las firms del Manchester y del Liverpool (e incluso en estas mismas no existía una homogeneidad al respecto).
Incluso las relaciones entre política y gradas llegaba más allá en determinados grupos que no se quedaban únicamente en el “loyalism”, sino que incluso entraban de lleno en el NS. Chelsea, Leeds, Newcastle y otros muchos son conocidos por las relaciones o la implicación directa que tenían parte de sus hools con organizaciones como Blood & Honour / Combat 18, el National Front o el British National Party. Por tanto no es de extrañar que las nuevas generaciones de “militantes políticos nacionalistas ingleses” abracen la cultura casual en lugar de optar por la estética skinhead como venía siendo habitual (y aún hoy es habitual fuera de las islas Británicas) en Inglaterra.
La música dentro del casualismo.
Resulta extraño que una cultura urbana inglesa no tenga un referente claro dentro de una determinada tendencia musical. Los skins crearon su propia música, tras una lógica evolución. Como hicieron los punks, mods o rockers. Pero los casuals tras más de dos décadas de existencia siguen sin establecer una cultura musical propia.
Algunos podrían argumentar que el pop británico, con grupos como The Jam, The Smiths, The Farm o Artic Monkeys es el referente musical de los casuals. Y es cierto que en esta escena musical existen músicos o grupos que se consideran o se reclaman partícipes de la cultura casual. Pero no es algo que ocurra de forma generalizada. Y el gusto por el fútbol y la cerveza no implica necesariamente la pertenencia a la cultura casual.
Otros podrían reclamar las raves y la música dance como uno de los iconos musicales de la cultura casual. Y si bien es cierto que el rave, el extasis y el dance hicieron furor durante comienzos de los 90 dentro de la cultura casual (de hecho algunos argumentan que lo que verdaderamente detuvo la violencia hooligan en Inglaterra fue la afición de los hools a las raves, dejando a un lado su atención por el fútbol) bien es cierto que desde ciertos sectores se odia profundamente todo lo que lleva asociado la música dance (por como afectó al casualismo más que por la música en sí). De ahí la aparición de campañas como la iniciada por casuals del Chelsea bajo el título “Hooligans against acid”.
Tampoco se podría dejar de lado la influencia que el Oi! ejerce entre ciertos ambientes, especialmente entre aquellos que han llegado al casualismo desde el mundo skinhead. Grupos como Condemned 84 podría considerarse el más representativo de esta tendencia, tanto por su estilo musical como por su “ideología” como abanderados del patriotismo inglés y del lealismo militante.
Aún así, a mi modo de ver no existe una cultura musical propia del casualismo, pero ello no quita que el pop británico, el oi! de la mejor factura o la música dance gocen de un buen predicamento entre los casuals, en función de la zona o de la firm en la que nos centremos.
¿Es el casualismo un fenómeno anclado en los 80?
La estética casual aunque definida, no permanece estancada en unas determinadas marcas, sigue ampliándose a nuevas que son acogidas con mayor o menor entusiasmo. Estética que hoy en día está presente en las calles británicas de un modo incontestable: es la moda entre la juventud británica y no necesariamente ligada a sus orígenes. Ya no es el fútbol el principal referente para algunos “casuals”, sino la simple moda, el vestir como un casual, no ser un casual. Hay que tener presente que esta cultura trae el gusto por vestir bien entre los jóvenes de clase obrera, el gusto por una estética elegante y una ruptura total con una estética que basa sus orígenes en el movimiento punk y que había sido predominante durante muchos años entre los jóvenes ingleses. Además, el hecho de que el casualismo se haya importado al resto de las gradas de Europa en mayor o menor medida le ha ido dotando de aspectos particulares y específicos de cada país.
Este desarrollo ha generado una distorsión de la estética y del movimiento casual con la aparición de auténticos abortos sociales como los “chavs” o “scallies” que, errónea e intencionadamente, se ha asociado por parte de la prensa a la cultura casual. Estos fenómenos y la utilización de sus integrantes de marcas clásicas dentro del casualismo como Burberry, Hackett o Ted Baker, han hecho que tales marcas pasen a ser un tabú dentro de la escena casual.
El uso de Burberry entre los casuals británicos ha sido doblemente vetado ya que es una marca que ha sido adoptada por la población inmigrante negra de forma masiva. Igual fenómeno el que está sufriendo la marca Stone Island, de aceptación masiva entre la población juvenil pakistaní residente en Inglaterra aunque sigue siendo muy popular entre los casual.
La influencia de la estética casual no ha generado fenómenos paralelos únicamente, sino que ha influido igualmente a la moda urbana en general. Quizás el aporte más interesante de la estética casual a la moda actual, no ya inglesa sino europea, es la inclusión de las zapatillas deportivas entre la estética tipo de cualquier joven. El desarrollo a gran escala de la producción industrial de zapatillas deportivas viene propiciado por ese culto que se inicia en Inglaterra y que se extiende al resto del continente. Adidas, Puma y todas las marcas que hoy en día no dejan de lanzar cientos de modelos con unos costes cada vez más altos, no serían nada, o habrían evolucionado de un modo muy distinto, sin el apoyo fanático de todos los jóvenes que han estado ocupando durante años las gradas de los campos de fútbol.
martes, 25 de diciembre de 2012
lunes, 24 de diciembre de 2012
domingo, 23 de diciembre de 2012
Presentación
Empezamos la
andadura con este proyecto, Alex y yo lo iremos actualizando con frecuencia, el
acceso es privado, por lo tanto, el contenido que publicaremos es solo para
nosotros.
Creamos este blog
con la idea de que poco a poco nos vayamos empapando de este estilo que tantos
nos gusta, hablo del casualismo.
Todo aquel que
quiera participar y aportar cosas solo tiene que decírnoslo.
Esperamos que os
guste y que visitéis el sitio a menudo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)